La hemofilia es un transtorno poco común en el cual la sangre no coagula con normalidad. Suele ocurrir en hombres. Se caracteriza por la aparición de hemorragias internas y externas debido a la deficiencia parcial de una proteína de las 13 encargadas de activar el proceso de coagulación, a estas 13 proteínas se las denomina factores de coagulación.
Distinguimos tres tipos de Hemofilia, las más comunes son la A y la B:
- Hemofilia A: Por déficit del factor VIII de coagulación.
- Hemofilia B: Por déficit del factor IX de coagulación.
- Hemofilia C: Por déficit de factor XI.
Las personas que tienen hemofilia pueden sangrar mucho tiempo después de una lesión o un accidente. También pueden sangrar por las rodillas, tobillos y codos. La hemorragia en las articulaciones provoca dolor y, cuando no se trata, puede conducir a artritis. Las hemorragias cerebrales constituyen una complicación muy seria de la hemofilia y requieren tratamiento de emergencia.
DIAGNÓSTICO:
El diagnóstico del tipo de hemofilia y del grado de gravedad de la misma se lleva a cabo mediante la historia clínica y análisis de sangre para la medición de los niveles de los distintos factores.
TRATAMIENTO:
No hay en la actualidad ningún tratamiento curativo disponible y lo que se hace es corregir la tendencia hemorrágica administrando el factor de coagulación que falta o que está disminuido. Existen enormes expectativas de tratamiento mediante terapia génica.
Os dejo un enlace aquí de CÓMO CONVIVIR CON LA HEMOFILIA.
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